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Guía completa: Tratamiento láser CO2 para cicatrices de acné en Bogotá

    Cicatrices de Acné
Cicatrices de Acné

Las cicatrices de acné representan una de las consultas más frecuentes en dermatología estética en Bogotá. Como dermatóloga con años de experiencia tratando pacientes con acné, he sido testigo de cómo los avances en tecnología láser han revolucionado el manejo de estas secuelas que tanto afectan la calidad de vida de quienes las padecen. En esta guía completa, compartiré mi experiencia profesional y los conocimientos más actualizados sobre los tratamientos láser disponibles en Bogotá para el manejo de las cicatrices de acné.


A lo largo de mi práctica profesional, he observado cómo las cicatrices de acné no solo afectan la apariencia física de los pacientes, sino también su autoestima, relaciones interpersonales y desarrollo profesional. Es por esto que el tratamiento adecuado de estas secuelas trasciende lo meramente estético para convertirse en una intervención que puede transformar positivamente la vida de una persona.


Fisiopatología de la formación de cicatrices

El proceso de formación de cicatrices post - acné es complejo y multifactorial. Cuando una lesión inflamatoria de acné se desarrolla, especialmente en casos de acné nódulo-quístico severo, se produce una destrucción del tejido dérmico normal. El organismo intenta reparar este daño mediante la producción de nuevo tejido conectivo, pero este proceso puede resultar en la formación de cicatrices cuando la reparación es inadecuada o excesiva.


Durante la fase inflamatoria del acné, se liberan múltiples mediadores inflamatorios que incluyen citoquinas, metaloproteinasas de matriz y factores de crecimiento. Estos mediadores pueden alterar el equilibrio normal entre la síntesis y degradación del colágeno, resultando en una remodelación anormal del tejido. Cuando hay una pérdida neta de colágeno, se forman cicatrices atróficas, mientras que un exceso en la producción de colágeno resulta en cicatrices hipertróficas o queloides.


¿Cómo se forman las cicatrices de acné?
¿Cómo se forman las cicatrices de acné?

La genética juega un papel fundamental en la predisposición a desarrollar cicatrices. En mi experiencia tratando pacientes bogotanos, he observado que aquellos con fototipos más altos (III-V en la escala de Fitzpatrick), que son comunes en nuestra población mestiza, tienen mayor tendencia a desarrollar hiperpigmentación post-inflamatoria y cicatrices hipertróficas. Este es un factor crucial a considerar al seleccionar el tipo de láser y los parámetros de tratamiento.


Clasificación de las cicatrices de acné

La clasificación precisa de las cicatrices es fundamental para establecer un plan de tratamiento efectivo. En mi práctica clínica, utilizo una combinación de sistemas de clasificación que me permiten evaluar tanto el tipo morfológico como la severidad de las cicatrices.


  • Las cicatrices atróficas, que representan aproximadamente el 80-90% de todas las cicatrices de acné, se subdividen en tres categorías principales. Las cicatrices en picahielo (ice pick) son depresiones estrechas y profundas que se extienden hasta la dermis profunda o incluso el tejido subcutáneo. Estas cicatrices, que típicamente miden menos de 2 mm de diámetro, son las más desafiantes de tratar debido a su profundidad y bordes bien definidos. En mi experiencia, representan cerca del 60-70% de las cicatrices atróficas en pacientes bogotanos.

  • Las cicatrices en vagón (boxcar) son depresiones más amplias con bordes verticales bien definidos. Pueden ser superficiales (0.1-0.5 mm de profundidad) o profundas (≥0.5 mm), y su respuesta al tratamiento láser varía significativamente según su profundidad. Estas cicatrices son particularmente comunes en las mejillas y sienes, y en mi práctica representan aproximadamente el 20-30% de las cicatrices atróficas.

  • Las cicatrices onduladas (rolling) se caracterizan por depresiones de bordes suaves que crean un aspecto ondulado en la superficie de la piel. Son causadas por bandas fibrosas que anclan la dermis al tejido subcutáneo, y típicamente responden bien a los tratamientos láser fraccionados combinados con subcisión. En la población bogotana, estas cicatrices representan aproximadamente el 15-25% de las cicatrices atróficas.

  • Las cicatrices hipertróficas y los queloides, aunque menos comunes en el contexto del acné facial, presentan desafíos únicos en su tratamiento. Se caracterizan por una producción excesiva de colágeno que resulta en lesiones elevadas. Los queloides, a diferencia de las cicatrices hipertróficas, se extienden más allá de los márgenes originales de la lesión y tienen una mayor tendencia a recurrir después del tratamiento.


Tipos de cicatrices de acné
Tipos de cicatrices de acné

Evaluación del paciente

Durante la consulta inicial, realizo una evaluación exhaustiva que incluye la historia médica completa del paciente, con énfasis en tratamientos previos para el acné y las cicatrices. Es fundamental documentar el uso de isotretinoína, ya que tradicionalmente se recomienda esperar al menos 6-12 meses después de completar el tratamiento antes de realizar procedimientos láser ablativos. Sin embargo, estudios recientes sugieren que los láseres no ablativos y fraccionados pueden ser seguros incluso durante el tratamiento con isotretinoína a dosis bajas.


La evaluación del fototipo cutáneo es crucial en nuestra población mestiza. Utilizo la escala de Fitzpatrick modificada, pero también considero la respuesta individual del paciente a la exposición solar y su tendencia a desarrollar hiperpigmentación. En mi experiencia, aproximadamente el 60% de los pacientes bogotanos tienen fototipos III-IV, lo que requiere ajustes específicos en los parámetros del láser y un manejo preventivo agresivo de la hiperpigmentación.


Expectativas

El manejo de expectativas es quizás uno de los aspectos más importantes de la consulta inicial. Explico detalladamente a los pacientes que la mejoría completa de las cicatrices es raramente alcanzable, pero que podemos lograr mejorías significativas del 50-80% en la mayoría de los casos con tratamientos apropiados. Enfatizo que se requieren múltiples sesiones, típicamente entre 3-6 tratamientos para cicatrices moderadas y hasta 8-10 para casos severos, con intervalos de 4-8 semanas entre sesiones dependiendo del tipo de láser utilizado.


    Resultados del tratamiento de Láser para Cicatrices de Acné - Bogotá
Resultados del tratamiento de Láser para Cicatrices de Acné - Bogotá

Láseres ablativos

Los láseres ablativos han sido durante mucho tiempo el estándar de oro para el tratamiento de cicatrices de acné. Los más utilizados son el láser de CO2 y el láser de Erbio:YAG, cada uno con características únicas que los hacen apropiados para diferentes situaciones clínicas.


El láser de CO2, con una longitud de onda de 10,600 nm, produce una ablación térmica controlada del tejido con una zona de coagulación térmica residual significativa. Esta característica permite no solo la remoción de tejido, sino también la estimulación de remodelación del colágeno a largo plazo. En mi experiencia, el láser de CO2 fraccionado es particularmente efectivo para cicatrices profundas tipo vagón y cicatrices onduladas.


La preparación previa al tratamiento con láseres ablativos es crucial, especialmente en Bogotá donde la intensidad UV es alta. Prescribo un régimen de preparación de 4-6 semanas que incluye tretinoína al 0.025-0.05%, hidroquinona al 4% para pacientes con tendencia a hiperpigmentación, y protector solar de amplio espectro con SPF 50+ que debe aplicarse religiosamente cada 3 horas durante las horas de luz solar.


Láseres CO2 Fraccionados

La tecnología fraccionada ha revolucionado el tratamiento de cicatrices de acné al combinar la eficacia de los láseres ablativos con un perfil de seguridad mejorado. Esta tecnología crea columnas microscópicas de daño térmico rodeadas de tejido sano, permitiendo una cicatrización rápida y reduciendo significativamente el riesgo de complicaciones. El láser fraccionado ablativo de CO2 ofrece resultados superiores con menor tiempo de inactividad comparado con el resurfacing ablativo tradicional.


El cuidado post-tratamiento es crucial para maximizar los resultados y minimizar las complicaciones. Prescribo una rutina estricta que incluye limpieza suave con un limpiador no espumoso pH neutro, aplicación de un suero con factores de crecimiento o péptidos, hidratación intensiva con productos que contengan ácido hialurónico y ceramidas, y protección solar rigurosa.


Terapias complementarias

La combinación estratégica de diferentes modalidades terapéuticas es fundamental para optimizar los resultados en el tratamiento de cicatrices de acné. En mi experiencia, la monoterapia raramente proporciona resultados óptimos, especialmente en casos de cicatrices mixtas que son la presentación más común en la práctica clínica.


  • El plasma rico en plaquetas (PRP) se ha convertido en un complemento valioso para los tratamientos láser. Aplico PRP inmediatamente después del tratamiento láser fraccionado, aprovechando los canales creados para una penetración óptima de los factores de crecimiento.

  • Los peelings químicos moderados siguen siendo herramientas valiosas en mi arsenal terapéutico. El peeling localizado, aplicado selectivamente en cicatrices profundas 4-6 semanas antes del tratamiento láser, puede mejorar significativamente la respuesta al tratamiento.


Prevención de hiperpigmentación post-inflamatoria

La hiperpigmentación post-inflamatoria (HPI) es la complicación más común después del tratamiento láser en pacientes con fototipos altos, que constituyen la mayoría de la población bogotana.


La protección solar estricta es absolutamente no negociable; insisto en el uso de protector solar mineral con SPF 50+ cada 2 horas durante el día, incluso en interiores, dado que la radiación UV puede penetrar ventanas.


Protocolo inmediato post-láser

El manejo apropiado en las primeras 48-72 horas después del tratamiento láser es crucial para optimizar los resultados y minimizar las complicaciones. Mi protocolo post-tratamiento inmediato está meticulosamente diseñado basándome en años de experiencia y las condiciones ambientales específicas de Bogotá.


Inmediatamente después del tratamiento, aplico una máscara calmante con factores de crecimiento epidérmico y péptidos antiinflamatorios durante 20 minutos. Luego, aplico una capa generosa de un bálsamo reparador que contiene ceramidas, ácido hialurónico y extracto de centella asiática. Los pacientes reciben un kit post-tratamiento que incluye todos los productos necesarios para los primeros 7 días, junto con instrucciones escritas detalladas y acceso a una línea directa para consultas urgentes.


Cuidados a mediano y largo plazo

El período de 1-4 semanas post-tratamiento es crítico para la regeneración tisular y la prevención de complicaciones tardías. Durante este tiempo, los pacientes siguen un régimen estructurado que gradualmente reintroduce productos activos mientras mantiene la hidratación y protección óptimas.


La fotoprotección durante este período es absolutamente crítica, especialmente considerando la alta radiación UV en Bogotá. Prescribo un protector solar mineral con óxido de zinc al 15-20% y dióxido de titanio al 5-10%, que debe aplicarse cada 2 horas durante la exposición solar. Además, recomiendo el uso de sombreros de ala ancha y evitar la exposición solar directa entre las 10 AM y 4 PM, cuando la radiación UV es más intensa en nuestra ciudad.


Para los pacientes que están considerando el tratamiento láser para sus cicatrices de acné, mi mensaje es de optimismo cauteloso. Los resultados pueden ser verdaderamente transformadores, pero requieren paciencia, compromiso y recursos financieros significativos. La clave del éxito está en la selección apropiada del tratamiento, la preparación adecuada de la piel, el cumplimiento estricto de los cuidados post-tratamiento y el mantenimiento a largo plazo.


En conclusión, el tratamiento láser de las cicatrices de acné en Bogotá representa una opción terapéutica efectiva y segura cuando es realizada por profesionales capacitados siguiendo protocolos apropiados. Con la selección adecuada de pacientes, la combinación estratégica de tecnologías y el manejo meticuloso pre y post-tratamiento, podemos lograr mejorías significativas que impactan positivamente la calidad de vida de nuestros pacientes. La clave está en el abordaje individualizado, las expectativas realistas y el compromiso tanto del médico como del paciente con el proceso de tratamiento.


Revisión:


Dra. Vanessa Giraldo C.

Médica Dermatóloga

Universidad El Bosque, Dermatologia Bogotá

Miembro de la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica

Miembro de la American Academy of Dermatology

Miembro de la European Academy of Dermatology and Venereology

Miembro del Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología



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© 2025 por Dra. Vanessa Giraldo. Dermatólogo en Bogotá.
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