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Probióticos, prebióticos y postbióticos para la piel: microbioma en dermatología

Actualizado: 7 abr



Microbiota de la Piel
Composición de la Microbioma en la Piel

Si hay algo que he aprendido últimamente, es que nuestra piel es como un pequeño universo. Está llena de vida: millones de microorganismos, desde bacterias hasta hongos, conviven ahí formando lo que llaman el microbioma cutáneo. Este mundo microscópico no está solo para decorar; de hecho, es una pieza clave para que nuestra piel esté sana. Y ahora, en 2025, los bióticos (probióticos, prebióticos y postbióticos) están dando de qué hablar en el mundo de la dermatología. ¿Por qué? Porque prometen equilibrar ese ecosistema y ayudar con cosas como el acné o las arrugas de una manera más natural. Vamos a meternos de lleno en este tema que tiene a todos, desde médicos hasta fanáticos del skincare, fascinados.


¿Qué son exactamente los bióticos?

Antes de seguir, dejemos esto claro. Los probióticos son esas bacterias buenas, vivitas y coleando, que pones en tu piel para fortalecerla. Piensa en ellos como refuerzos que llegan a proteger el terreno. Los prebióticos, en cambio, no son microbios, sino comida para las bacterias que ya tienes, como azúcares que las hacen crecer fuertes. Y luego están los postbióticos, que son lo que esas bacterias producen cuando trabajan, como ácidos o sustancias que calman y reparan. Entre los tres, logran que el microbioma de tu piel funcione como debe, algo que se va al carajo con el estrés, la ciudad o esos jabones que te dejan la cara tiesa.


Es como cuidar un jardín. Si las plantas malas se apoderan de todo, el orden se pierde y salen granos o irritaciones. Los bióticos serían el equipo de jardinería: unos traen semillas nuevas, otros riegan y el resto abona. Ya conocemos esto del mundo de los yogures y la digestión, pero llevarlo a la piel es lo que está revolucionando todo.




Prebióticos en la Piel
Prebióticos en la Piel

Por qué están tan de moda los probióticos, prebióticos y postbióticos

Entonces, ¿qué pasa que ahora todos hablan de esto? Creo que la pandemia nos cambió la cabeza. Después de tanto encierro, la gente empezó a buscar cosas más naturales, a dejar atrás esos productos agresivos que te prometen milagros pero te dejan la piel hecha un desastre con el tiempo. Además, la ciencia ha dado pasos gigantes y ya sabe qué bacterias sirven para qué. Por ejemplo, hay una que se llama Lactobacillus que es increíble para calmar pieles que se enojan por todo, y otra, Staphylococcus epidermidis, que mantiene el acné a raya.


Las marcas de cosméticos se subieron rápido al tren. Ahora ves cremas y sérums con etiquetas que dicen “probiótico” por todos lados, y en redes hay influencers que no paran de mostrar cómo los usan. Pero no es solo ruido: hay pruebas de que esto funciona. Leí hace poco sobre un estudio donde gente con dermatitis usó un probiótico en la piel por unas semanas y sus brotes bajaron un montón, como un 30%. Eso no es cualquier cosa.


Cómo te ayudan con lo que te preocupa

Vamos a lo práctico: ¿qué sacas de esto? Si tienes acné, por ejemplo, los bióticos pueden ser un salvavidas. El acné no es solo grasa en los poros; a veces una bacteria se descontrola y arma un lío. Estos productos la frenan y bajan el enrojecimiento, sin dejarte la piel como lija como pasa con otros tratamientos.


Si tu piel es de las que se pone roja o sensible con nada, también te va bien. En vez de atacarla con cosas fuertes, los bióticos la refuerzan desde adentro, y adiós a esa sensación molesta. Y para las arrugas, ojo, porque los postbióticos como el ácido láctico que sale de las bacterias ayudan a que la piel se vea más firme y resista mejor el paso del tiempo.


¿Le sirve a todo el mundo?

Aquí viene el pero: ¿es para cualquiera? En teoría sí, pero no es tan simple. Cada piel tiene su rollo, y lo que le va bien a una no siempre funciona en otra. Si te pasas con los probióticos sin necesitarlos, podrías desbalancear todo en lugar de arreglarlo. Mi consejo —y el de los dermatólogos— es ir despacio, probar con algo ligero y ver qué pasa. Y no te olvides de lo básico: lavar la cara bien, hidratarla y ponerte bloqueador. Sin eso, ni el mejor biótico te salva.


Ojo también con qué compras. No es lo mismo un producto caro con estudios detrás que uno barato que solo dice “con probióticos” para sonar cool. Si vas a gastar, que sea en algo que valga la pena o pídele recomendación a alguien que sepa.


Hacia dónde va esto

Lo que vemos ahora es solo el arranque. Ya están investigando cómo hacer bióticos a medida, analizando tu piel para darte justo lo que necesita. Imagínate ir al dermatólogo, que te hagan un chequeo y te manden un frasquito personalizado. Suena loco, pero estamos cerca.


Y no es solo para verse bien. En hospitales están probando esto para curar heridas difíciles o quemaduras, incluso para pelear contra infecciones que los antibióticos no tocan. Usar bacterias buenas contra las malas es una idea tan sencilla que te preguntas por qué no se nos ocurrió antes.


Una forma distinta de ver la piel

Al final, los bióticos no son solo productos; son una manera de pensar diferente. Nos hacen ver la piel como algo vivo, no como una cosa que hay que fregar o tapar con maquillaje. Es un enfoque más tranquilo, más natural, y creo que por eso pega tanto ahora que todos queremos volver a lo simple.


Así que, la próxima vez que pases por la tienda y veas algo con “microbioma” escrito, ya sabes de qué va. Los bióticos no son una moda pasajera; son una forma de cuidar la piel que llegó para quedarse. ¿Te lanzarías a probarlos? Tu piel podría darte las gracias.


Healthline - "What Do Probiotics Have to Do with Your Skin?"   https://www.healthline.com/health/probiotics-skin-care  


"Oral and Topical Probiotics and Postbiotics in Skincare and Dermatological Therapy"  


Journal of Cosmetic Dermatology - "Review of the Microbiome in Skin Aging and the Effect of a Topical Prebiotic"  


Dermatology Times - "The Role of Biotics in Skincare"  


Revisión:


Dra. Vanessa Giraldo C.

Médica Dermatóloga

Universidad El Bosque

Miembro de la Asociación Colombiana de Dermatología y Cirugía Dermatológica

Miembro de la American Academy of Dermatology

Miembro de la European Academy of Dermatology and Venereology

Miembro del Colegio Ibero-Latinoamericano de Dermatología





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© 2025 por Dra. Vanessa Giraldo. Dermatólogo en Bogotá.
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